Sin tu melena al viento
me quedo pa siempre.
Y sin llevarte a hombros
me dejan los santos.
Los mismos que aplaudieron
y enorgullecieron de ser mis hermanos.
Cuando llegó el momento
guardaron silencio y lavaron sus manos,
lo mismo que Pilatos, Pilatos.
Por que te quiero y quiero
me acusa la gente
ya de Santa María se fue el diablo.
Greñuo de mi alma
te quedas con los cristianos
que no pecan nunca.
Los que te ponen precio
y venden tu cara en una estampa,
los que al llegar el viernes
hincan el diente a nuestras culpas.
Dejo esta casa que los golpes de pecho
no son mi religión.
Ya tengo mi sentencia
y una cruz a cuestas pa toa la vida.
Ya me hare un sitito por Jaboneria
pa verte gitanillo bueno.
Despideme de mi mare Dolores,
la Magdalena y dale tres mil besos a la carcel vieja
que yo te traere claveles
ay desde el infierno, desde el infierno.